Lejanía. Me acricio la barba.
No encuentro razones válidas para insistir.
Porque es fácil ser otra persona cuando ya no se es uno mismo.
Así me senté a devorar grasa en la total oscuridad.
Daba brincos a ciegas sobre mi mismo.
Encontraba increible la vitalidad.
sábado, 1 de agosto de 2009
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