Me tengo atrapado entre la quietud y el cinísmo.
Escapé de las habitaciones para terminar, flotando
alrededor de luz amarilla.
Una botella. Marcas de quemaduras en la mesa.
Y por la ventana mugrienta
me tranquilizo al no ver ni un alma en la calle.
Escapé de las sensaciones para terminar flotando.
Alrededor de luz amarilla.
jueves, 15 de abril de 2010
Antífonas de los Redentores
Migajas olvidadas. Reflejos translúcidos.
Somos lazos cerrados nutriéndose del recuerdo.
Transparentes fantasmas irresolutos.
Y la mesa servida con desperdicios humeantes:
el alimento perfecto para los milagros y las promesas de redención.
Rezando rosarios en tertulias reiteradas. Ínfimos.
Magros actos de fé tardía.
Destellos de una luz en decadencia.
Candor en alas del silencio.
Cómplices de tu martirio esperamos una respuesta
de ese dios desconocido
Imágenes demasiado turbias para una mente tan clara.
Sol. Intensidad. Carisma.
Solo me falta aprender a bailar.
Somos lazos cerrados nutriéndose del recuerdo.
Transparentes fantasmas irresolutos.
Y la mesa servida con desperdicios humeantes:
el alimento perfecto para los milagros y las promesas de redención.
Rezando rosarios en tertulias reiteradas. Ínfimos.
Magros actos de fé tardía.
Destellos de una luz en decadencia.
Candor en alas del silencio.
Cómplices de tu martirio esperamos una respuesta
de ese dios desconocido
Imágenes demasiado turbias para una mente tan clara.
Sol. Intensidad. Carisma.
Solo me falta aprender a bailar.
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