Son las 3 de la mañana, y el semen arde.
Siempre hay algo infeccioso e hipnotizante en el aire.
Algo extremo,delirante. Son los vagones del tren.
Es el único que sangraría en mi patio.
A las tres de la madrugada,realmente no le importan las puertas.
viernes, 12 de junio de 2009
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